¿Matan las lecturas obligatorias a los futuros lectores?
El fin de semana pasado, mi sobrina –buena estudiante del último ciclo de ESO– apareció con El lazarillo de Tormes. Tenía que leérselo. Era una edición clásica, escrita en castellano del siglo XVI. Ella y sus compañeras –y compañeros, ya saben– andan peleándose con él en lugar de disfrutar con las aventuras del pícaro Lázaro…