Hace muchos años, Nicanor Parra escribió este poema claro. Originalmente chileno y reciente ciudadano de la República Glaciar creada por Greenpeace, el creador de la antipoesía garabateó estas líneas en algún cuaderno. No sabía que yo iba a citarlo hoy porque lo de «dejar constancia de todo» me iba a resultar iluminador sobre por qué escribo. Algo así.
Telegramas III
«¿Que para qué demonios escribo?/
Para que me respeten y me quieran/
Para cumplir con dios y con el diablo/
Para dejar constancia de todo.//
Para llorar y reír a la vez/
En verdad en verdad/
No sé para qué demonios escribo:/
Supongamos que escribo por envidia».