Puedo visitarte, rasgar tus vestiduras y olvidarte pronto. Despertarte tarde y aun así no conocerte. Es tarde para todos, temprano para los muertos, la gota del recién nacido sobre la tierra y el sueño de la madre ausente. Llueve a los lejos y el viento fluye sabiamente, falto de pereza, diverso y alegre sobre extraños papeles, qué tarde es y nadie en el recuerdo.