«Los pobres son como los animales. Parece como si estuvieran hechos de otras sustancias», dice la terrible Bernarda en La casa de Bernarda Alba, portento teatral de Federico García Lorca. Pues no, no son distintos. Aunque para los demás no existan, lo cierto es que se alegran, anhelan, abrazan y lloran igual que los demás. El fotógrafo británico Lee Jeffries lleva años captando a estos sin rostro, registrando la intimidad de su vida al borde del precipicio. Jeffries era fotógrafo de deportes hasta que un día vio a una chica que dormía en la calle, junto a un contenedor de comida. Al querer tomarle una foto, se despertó. Él dudó entre huir o pedir disculpas, pero optó por lo segundo. Empezaron a conversar y de esa plática nació la vocación de retratar a los habitantes de la calle.
Cada una de estas imágenes tiene una narrativa propia, detrás de cada mirada hay una historia…
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