Marinela Araque Rivero
La casa de las Juárez, de este antiguo inmuebleubicado en Ciudad de Nutrias, fueron dueños tres personajes que gobernaron el estado Barinas. Perteneció según lo refiere Sosa (1983) a Juan Nepomuceno, quien dio venta en el año 1863 a Manuel Montilla. Pasado los años, este vende por 600 pesos al General Pedro Manuel Rojas nacido en Santa Rosa de Barinas en el año 1828 y de quien se dice que al iniciarse la Guerra Federal puso en venta sus negocios para incorporarse a la lucha armada a favor de la Federación y defendió a Ciudad de Nutrias contra la arremetida ejecutada por el General Nicolás Brito a quien derrotó el 20 de noviembre de 1859. Fue presidente Constitucional del Estado Zamora (1866-1867). Cuando este prócer de la Guerra Federal fallece, sus herederos venden al General Concepción Rosales, por su parte,este la vende por 1600 pesos al General Ignacio Sosa quien era abuelo de Don Francisco Betancourt Sosagobernador de Barinas para el año de 1945.
En 1886, la vivienda fue adquiridapor el General Juan Navarrete Romero Presidente del Estado Zamora (1877-1878) por 2100 pesos, quien da en venta años despues al General Francisco Guedez que fue también Presidente del Estado Zamora en 1889 y este por último, la vende a Don Lorenzo Juárez en 1894.
Don Lorenzo Juárez López, se casó con doña Francisca Sandoval de quien tuvo dos hijos, Lorenzo y Demetrio Juárez Sandoval. Demetrio contrae nupcias con María Canales y procrean a Demetrio, Rafaela, Margarita y Consuelo Juárez Canales. Se presume,que Consuelo fue la última moradora del inmueble. Como cosas de la historia, es a partir del apellido de su último dueñoque comienza la comunidad a denominarla la casa de las Juárez.
Lamentablemente, esta casa fue demolida hace algunos años. No bastaron las protestas de los vecinos y de los promotores culturales. La indolencia de un alcalde que no dio muestra de interés por su preservación, privó sobre el patrimonio colectivo.
Esta acción es una más de muchos atentados contra el patrimonio edificado ocurridos en el estado Barinas. Esta casa, que hoy sería un espacio cultural para los pobladores, ya no existe y, de hecho no hay nada que la reemplace.
Nada sirve llorar sobre leche derramada, y con reacciones ex post para lamentar una demolición, pero es necesario recordar -como una práctica social y un ejercicio de transmisión oral-, los errores pasados para no repetirlos.
Debemos mantener viva la memoria colectiva, pues se demolió una casa que perduródurante años como legado histórico de Ciudad de Nutrias. Inmuebleque se mantuvo resguardado por la integridad moral de sus viejos moradores, hasta que un mal gobernante- de esos que abundan por estos lugares- cometió un atentado contra el patrimonio cultural de un pueblo.
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