De Miguel Márquez


miguel_marquezHay quienes llevan vidrio en el alma, y mordaces
Quieren decidir el futuro con un frío perfecto y putrefacto
En el corazón de una sardina escarlata,
Los he visto arder en el incendio de escombros inflamables,
Conozco el graznido de su oscuro proceder,
La iracundia irresuelta del alarido corporal,
Yo sé de dónde vienen esas cartas mutiladas, obsesionadas,
El brazo corto, la pierna en estado de sitio,
Vamos a ennoblecer las paredes del conjuro de acuario,
Vamos a escribir metáforas con sonetos tropicales,
He aquí lo importante, abrir las ventanas con mínimo esfuerzo,
Colocar bien los limones sobre el desierto y la bilis,
Cuando uno quiere lo que quiere y ve gente que suda a pedazos
La muerte, y es la sumisión, la risa electrocutada,
Los venenos de la ausencia, los desengaños, los desvelos,
Brindo por la depresión enmarañada de los pobres de espíritu,
Salud por lo que ha de venir y nunca será substancia adolorida,
Lo que vemos y no vemos, el lloriqueo de algunos, sus gritos,
Y el éxtasis que por momentos les alumbran
El ímpetu, las llagas, los orines, la pasta más proclive
A la moscas y el desamparo, a los residuos, a los suicidios,
Sí, los ojos, la mirada, el vértigo, las cloacas,Ç
Y el inmenso detritus del mal de ojo
Que a diario algunos lanzan a lo que llaman el mundo
Para decir que existen, sí, que todavía sobreviven
Por un tiempo más y ensucian siempre con proclamas
De pus la gusanera de sus cuadernos, de sus colchones,
De sus amadas, de sus amigos, de sus cuates,
Paz a sus restos próximos, y por los siglos de los siglos,
Amén.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s