Posesión maligna No. 30, por Mercedes Reyes Arteaga
“La línea que me separa de ti es tan corta, me bastaría estirar la mano y hacerte perder la razón, cometer las locuras que nadie imagina, hacerte pecar en mi piel. La línea que me separa de ti es tan invisible, bastaría con acercar mis labios hasta tu boca y con una plegaria dulce, hacer…