La hermosa novela polaca de sólo dos frases (en traducción de Pitol)
Originalmente publicado en palabras a flor de piel:
«[…] cuando después de saciarse de mí intempestivamente me abandonaba, yo pensaba entonces: soy su propiedad, su objeto, por eso prefiere despreciarme en vez de despreciarse, lo odio, pero me odio también a mí mismo, por responder con docilidad a sus deseos, esto me produce placer y…