Krystle Wright es una fotógrafa de aventura trotamundos; he aquí algunas de sus mejores imágenes.
“Sí, ése en el que…” continuó el desconocido antes de preguntarle: “…espera, ¿a qué me has dicho que te dedicas?”. Está claro que tras escuchar la respuesta de Krystle se le pasaron las ganas de seguir jugando.
Las imágenes que verás a continuación dan fe de que Krystle ha visitado muchos lugares y ha tomado fotos increíbles de todos los deportes de aventura habidos y por haber. También ha pagado el precio por ello, pues en 2011 sufrió varias fracturas tras un mal aterrizaje en parapente con Tom De Dorlodot, Horacio Llorens y Herman Pitocco cuando intentaban batir el récord de altura.
“Siento un deseo insaciable por explorar lugares nuevos con mi cámara,” confiesa. “La fotografía de aventura se ha convertido en mi estilo de vida, pero también en una pasión y una obsesión.”
A continuación nos narra algunas de sus fotos más memorables.
Los planes B no siempre son malos.
Según Krystle “nos dijeron que muy poca gente había esquiado en ese valle antes que nosotros. El ‘factor Alaska’ también nos la jugó, pues lo que a primera vista parece estar cerca siempre resulta encontrarse al doble de la distancia de lo que pensabas en un inicio.”
Sorprendentemente Brett solamente chocó una vez contra el catamarán.
Viajé allí durante mi recuperación del accidente que tuve en Pakistán. Pensaba que ya me encontraba bien y me quité la protección del pie, pero cuando empecé a andar sobre la arena mi pie se hinchó mucho. Logré sobrevivir a esa semana, pero cuando regresé al fisioterapeuta tuve que volver a calzarme la protección durante unas cinco o seis semanas más.
“Ahora es obvio que ése era el mejor ángulo, pero al principio yo tenía una idea diferente en mi mente. Por desgracia las cosas no estaban saliendo como yo las había visualizado. El ángulo no era bueno, la luz estaba mal y mi piloto decidió, por su cuenta, empezar a subir. Seguí sacando fotos, pues siempre me han dicho que hay que estar listo para lo inesperado, y éste es el resultado.”
“¡Fue uno de los mejores vuelos del viaje! Aunque volar a gran altura tiene sus riesgos, como la hipoxia y el frío.”
“Mi boca estaba abierta intentando gritar, pero no salía ningún sonido. ¡Era muy doloroso!”
“Volábamos a 6.000 metros de altura sin oxígeno; intentábamos ahorrar oxígeno ya que rellenar una bombona implicaba 2 días enteros entre ir y volver. Mi cabeza empezaba a perder la lucidez. Cuando llegamos a los 7.000 metros en el tándem, mis manos estaban heladas.”
“Al principio estaban muy frías, pero luego dejé de sentirlas. Me quité los guantes y me las puse dentro de mi chaqueta y las empecé a mover. De pronto la sangre volvió a circular y las manos me empezaron a quemar de forma muy intensa.”
“Es posible que sean los deportistas más entusiastas con los que nunca he trabajado. Me pusieron en contacto con ciclistas de montaña nepalíes, y éstos me enseñaron sus senderos preferidos en las afueras de Katmandú. Además la niebla le añade mucha magia a los paisajes. Es raro encontrarme con que los deportistas estén más entusiasmados que yo a la hora de hacer una sesión de fotos, pero estos ciclistas no pararon de posar.”
Nuestro chófer nos animó a probar vodka casero hecho a base de leche fermentada.
“Realizamos una expedición en kayak de dos meses de duración durante la cual, tuvimos que coger el tren desde Ulán Bator para poder entrar en Rusia. Durante el trayecto una familia nos acogió en su choza, y el chófer nos animó a que probásemos el vodka casero hecho a base de leche fermentada. Yo me paré tras la cuarta copa, y gracias a eso me levanté antes que los demás a la mañana siguiente…”
“Hacía mucho calor, lo cual no es lo mejor para ir a las Grampians, pero un amigo que estaba rodando un vídeo me preguntó si quería acompañarle y, de paso, sacar fotos.”
“Para que el vídeo funcionase, Ben tenía que acabar la ascensión. Cuando hice esta foto ya se había caído un par de veces (por culpa del calor), y se puede ver que sus brazos están al límite y que lo está dando todo para superar este paso.”
“Hice esta foto durante una expedición de un mes a Baffin Island, donde acampamos en un fiordo helado. Las dos primeras semanas tuvimos un tiempo magnífico; de haber sabido las tormentas de viento y de nieve que íbamos a tener al final de nuestra estancia, hubiese descansado menos durante esos primeros días.”
“No tengo ni idea de cómo lo hice para que el agua saliera así, pero ésa es la gracia de hacer fotos en el agua: siempre es diferente,” confiesa Krystle.
Y añade que otro de sus proyectos es capturar una imagen de apnea que tiene en mente, pero que no quiere desvelar todavía.
“Mario sugirió realizar un roll-over al saltar, pues este truco disminuye la presión sobre el paracaídas. Mario era uno de los saltadores BASE más calculadores y con mayor talento.”
Richard falleció en un accidente de traje ala en las Dolomitas en 2013.
“Desde arriba de todo del mástil tienes una perspectiva increíble, aunque si estás haciendo fotos de kite lo más probable es que haya mucho viento y no pares de zarandearte y golpearte contra el mástil.”