Marinela Araque
El próximo 13 de octubre, se cumplirán 104 años de la inauguración del Cementerio El Carmen, y -hasta la fecha- no ha podido sacudirse esa lastimera imagen que ha presentado durante décadas. Su acelerado deterioro y abandono, ponen en riesgo la conservación de tan valioso patrimonio cultural.
Este espacio ubicado en pleno centro de la ciudad de Barinas con más de un siglo de historia, se ha visto afectado por administraciones apáticas, las cuales no han llevado a cabo un plan de gestión que permita recuperar sus instalaciones. Contrario a lo que debiera de ser la imagen de un lugar declarado Patrimonio Histórico del municipio Barinas, según acuerdo Nº 44 emitido por el Concejo Municipal, de fecha 3 de octubre de 2003 y declarado Bien de Interés Cultural de la Nación, por la providencia administrativa 012/05, fechada en Caracas el 30 de junio de 2005 por el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC); se observa: profanaciones, robo de enverjados, inseguridad, lápidas cercenadas, cultos y ritos.
Además de cruces y esculturas en el suelo y en algunos casos no existe la identificación de las personas sepultada.
El acoso de los ciudadanos por los delincuentes que merodean los alrededores, es constante. Porque no existe un sistema de seguridad y vigilancia que garantice su salvaguarda y protección para el uso y disfrute de los usuarios, de lunes a viernes y especialmente los fines de semana.
Sabemos que las causas de su deterioro son diversas y complejas. Un gran número de sepulcros están abandonados debido a que ya no viven descendientes de los difuntos allí inhumados. Algunas personas no están interesadas en preservar las tumbas de sus familiares fallecidos. Otros no pueden mantener las tumbas o panteones. Los que solían visitarlo, están atemorizados por los niveles de inseguridad. La degradación física de las tumbas es innegable.
El paso del tiempo puede observarse en algunas sepulturas, y eso lo entendemos, pero lo que nos causa tristeza es el vandalismo y el saqueo del arte funerario. Así como la indolencia de las autoridades que no han tenido iniciativa para disminuir su deterioro.
Podemos dar fe que en Barinas hay un grupo de ciudadanos sensibles hacia el problema e interesados en que sea otra la cara que presente el cementerio, como es la Red de Amigos del Cementerio El Carmen,-conformada en el año 2010, quienes elaboramos el proyecto Ciudad de los Muertos, Patrimonio de Todos que contemplaba los trabajos de inventario de tumbas, valoración, conservación y reactivación de esta necrópolis. Acciones indispensables para su rescate y puesta en uso social por los ciudadanos y ciudadanas.
Labor que fue interrumpida por el peligro al que estábamos expuestos los participantes del proyecto,-al estar el cementerio enmontado-, sin vigilancia y por la falta de recursos económicos.
Sin embargo, no es esta la misma sensibilidad la que han mostrado los diferentes administradores que ha tenido la ciudad. Ahora tengo que decir, que no sé qué percibo con más frialdad, si las tumbas del camposanto o el silencio sepulcral de los entes oficiales responsables de la preservación de este bien cultural.
Mientras tanto, solo puedo sentir los últimos suspiros de este camposanto…
marinelaaraque71@gmail.com