Desde que supe de que el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince tenía un nuevo libro quise leerlo. Disfruto mucho sus crónicas en SoHo Colombia y hace un par de años leí El olvido que seremos, recuento íntimo sobre el «amor animal» que sentía por su padre, además de terrible crónica del asesinato que se lo arrebató (en su momento escribí esto al respecto). Pues mi queridísimo Andrés Grillo, colombiano a quien me une una amistad entrañable, me regaló La Oculta (Alfaguara), la reciente novela de Abad Faciolince. Acabo de terminarla, qué rica pluma la suya. Narrada a tres voces, las de tres hermanos, cuenta la historia de una familia y su vinculación de generaciones con una finca. Los personajes están entretejidos con la tierra, con su raigambre, su sangre y sus ecos. Y mientras cuentan sus vidas y hablan de La Oculta dejan caer reflexiones que se saborean por largo tiempo, como un caramelo de menta…
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