Truman Capote. Foto: Irving Penn, 1965
Los pasatiempos de un autor que respeto me generan una enorme curiosidad, porque más allá de ser una forma de «entretenerse», resultan claves cifradas a lo que distingue su pluma. El narrador Truman Capote, muerto hace exactamente 30 años el día de hoy, dijo en entrevista a The Paris Review (1957) que lo que prefería hacer en su tiempo libre era: conversar, leer, viajar y escribir, en ese orden.
No me sorprende que fuera un lector obsesivo, que en sus propias palabras creía leer «demasiado» y tenía una pasión especial por los periódicos (afirmaba devorar cada día «todos» los diarios de Nueva York, más las ediciones dominicales y algunas revistas), además de «unos cinco libros a la semana». No sé si lo de los cinco libros sea literal, me quedo con el mensaje de fondo: leer sin tregua.
Él, como tantos otros autores, leía…
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