El conceptuario de la personalidad


BLOG SALTO AL REVERSO

A veces siento que puedo flotar
—liviano, efímero— entre sudor y gardenias,
viajando a través de imágenes retorcidas
mis sueños van y vienen como arcángeles inquietos.
Soy otra persona, cuando desespero y nadie se entera.

Yo escucho voces que retumban como ecos
—un niño con fiebre, una anciana en silla de ruedas—
El mundo no para de girar, asustado, herido
Alrededor mío, gira y gira… continúa girando
y soy incapaz de detenerlo.

Tan pequeña, tan trivial
la vida parece un ardid innecesario,
un gesto nimio y desdichado:
las múltiples ideas, miles de pensamientos instantáneos.
Es un pozo profundo, esta mente perturbada.

(Ternura: el rencor de los fuertes, los poderosos).

No he dejado de pensar
y ya nada está claro,
—confuso, angustiado—
ando por allí con paso torpe, endeble
busco el breviario de mi cuerpo y mis palabras.
Podría ser hoy… nadie lo sabría.

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